¿Te acaban de diagnosticar la enfermedad?
Aunque quizás no comprendas totalmente de qué se trata la artritis has captado claramente la idea de que es una enfermedad crónica, es decir, que será una compañera de por vida; y que te genera dolor, cansancio y problemas para moverte.
En el mejor de los casos, te sientes confundida e insegura; en el peor, el pánico se apodera de tí. ¿Podré seguir trabajando cómo hasta ahora? ¿Me convertiré en una carga para los demás? ¿Qué puedo hacer para prevenir complicaciones en el futuro? ¿El dolor es para siempre?
Es posible que te hayan diagnosticado hace unos meses y hayas comprobado cómo la enfermedad condiciona tu vida.
Ves cómo hay cosas que ya no puedes hacer: abrir tarros o abotonarte una camisa; seguir el ritmo de actividades de tus amigos o familiares. Incluso los tratamientos que has probado no están proporcionando los resultados esperados y sientes que estás perdiendo el control de tu vida.
Puede que lleves años con la enfermedad y que te sientas aislada y frustrada porque tu pareja, hijos o compañeros de trabajo no comprenden realmente lo que estás atravesando.